02 febrero 2015

El fraude electrónico crece y se transforma



Mientras el fraude electrónico crece y cambia de cara vertiginosamente, las medidas tomadas por sus potenciales víctimas para protegerse tienden a ser estáticas, afirma Ricardo Villadiego, director ejecutivo de Easy Solutions, una multinacional dedicada a la detección y prevención de este delito.

Adoptar leyes contra la delincuencia electrónica no siempre es la solución. “Legislar lleva tiempo y los ataques evolucionan más rápidamente que las regulaciones”, subraya. El peligro está en todas partes. “Los hackers no se quedaron en la industria financiera”, señala Villadiego sobre el sector que fue el primero en ser víctima de los fraudes electrónicos.

El negocio de la detección y prevención de fraudes electrónicos mueve al año en el mundo unos $us 4.700 millones, de los cuales 546 millones (22,5%), corresponde a Latinoamérica, según las cifras que maneja Easy Solutions. A medida que la conectividad ha ido siendo mayor, los delincuentes electrónicos han puesto su mira en sectores como la salud.

Villadiego menciona que en 2014 en EEUU más del 50% de las compras de particulares fueron hechas desde dispositivos móviles, lo que permite presumir que los ataques a plataformas móviles se multiplicarán. Según el centro especializado LACNIC, el fraude electrónico en América Latina totalizó $us 430 millones en 2013, el cuádruple que en 2012.

Brasil es el país de la región donde se generan más fraudes digitales, tanto por el tamaño de población como por el alto nivel de conectividad, le siguen México, Chile y Venezuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario