Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Empleos para Crecer 2015, planteó que las mejoras salariales en la región deben considerar no solo fines redistributivos de la única torta disponible, sino también la productividad.
“Las políticas laborales redistributivas buscan reasignar las porciones de una torta ya establecida, pero en general hacen poco por lograr que esa torta alcance un mayor tamaño”, indica el documento.
MUNDO LABORAL
En Bolivia, más de cuatro de cada 10 ocupados trabajan por cuenta propia. Esta cifra casi se duplica en el caso de las mujeres, dijo un informe de la Red de Empleo, Ingresos y Producción (Eminpro) de la Fundación Inesad.
La mayor parte de la población ocupada en Bolivia (62,4%) no recibe un salario propiamente dicho, sino que trabaja por su cuenta o en el negocio del hogar, entre otros, precisó un reporte de la Red de Empleo, Ingresos y Producción (Eminpro) de la Fundación Inesad.
MUJERES
Este porcentaje (cuentapropistas) es algo más alto para las mujeres (67,4%) que para los hombres (58,8%), dado que muchas de ellas son trabajadoras familiares (27,6%), mientras que los varones son obreros asalariados en mayor proporción (12,6%).
Sin embargo, un porcentaje más alto de hombres tienen trabajos por cuenta propia (43,0%) en relación a las mujeres (37,4%).
EMPLEADOS Y OBREROS
De acuerdo con el reporte de la red, el 27.7 por ciento de la fuerza laboral responde a la categoría de empleados y solamente 8.2 por ciento es catalogado como obrero. Los aprendices sin remuneración tienen una alta participación en la Población Económicamente Activa (PEA) con 17.1 por ciento.
Según datos del Cedla, en 2014, 84 de cada 100 asalariados en las ciudades capitales del país tenían empleos precarios, donde la inestabilidad laboral destaca como un indicador importante del deterioro de la calidad de los empleos.
PREAVISO
El debate no considera, por ejemplo, en criterio del Cedla, que, en las ciudades capitales del país, en el año 2014, el 55% de los ocupados tenían puestos de trabajo inestable, vale decir, eventuales, temporales, contrato a plazo fijo como las consultorías individuales y otras modalidades que no dependen precisamente del preaviso como medio de conclusión de contrato, sino de las estrategias de uso de fuerza de trabajo que las empresas privadas y públicas fueron aplicando en todos estos años, a tono con la vigencia de la flexibilización laboral en Bolivia.
FINES REDISTRIBUTIVOS
El informe del BID sobre el empleo en la región, expone también que la política laboral en varios países se ha dirigido a fines eminentemente redistributivos, dando menos importancia a la búsqueda de la productividad.
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